ENSAYO DE FIN DE SEMESTRE

“UN PROFESOR QUE APRENDE, LOGRA QUE SUS ALUMNOS AVANCEN”

Cada profesor tiene su propia manera de enseñar, algunos son más didácticos, otros prefieren enseñar sólo teoría, todo depende de cuán involucrados estén con su profesión, de la carga de trabajo que tengan o de la experiencia que posean. A veces, un docente por comodidad o porque le da resultado, decide no variar en su manera de enseñar, otros, sin embargo deciden no quedarse en el pasado, tomando conciencia que los cambios en la sociedad y especialmente en la educación, donde día a día aparecen nuevos conocimientos por adquirir y más eficaces métodos de enseñanza, que dejan en el olvido los otros, por lo que toman la decisión de perfeccionarse, realizando nuevos cursos, tomando talleres para perfeccionarse o adquiriendo nuevo material para complementar sus clases, ya que están conscientes que ellos son en gran medida, responsables de la educación de los niños que se encuentran dentro de su sala de clases. En esto, se puede ver quién realmente tiene vocación de enseñar y quién claramente sólo hace clases para ganarse la vida.
Para comenzar es necesario, analizarse críticamente como docente, saber en qué se está fallando, que necesita ser mejorado y que cosas deben ser sacadas de raíz; saber qué piensan los alumnos o los propios colegas sobre la forma de actuar y darle cierto crédito a las calificaciones, pues, de alguna manera pueden reflejar cómo se está enseñando, ya que si la mayoría de los alumnos se equivocó en lo mismo, claramente existe un error en cómo se está enseñando y así las pruebas lo dicen.
Este perfeccionamiento constante es de vital utilidad y a continuación serán explicados tres fundamentos que defienden éste postulado y que pretenden apoyar el por qué debe cada profesor reinventarse acorde pasa el tiempo:

1. UN PROFESOR QUE SE PERFECCIONA PUEDE LOGRAR QUE SUS ALUMNOS SALGAN MÁS PREPARADOS AL MUNDO
Claramente un profesor que realiza cursos adicionales, que cambia su forma de actuar frente al paso de los años y se involucra de verdad dentro de la educación, logra que sus alumnos salgan con una mayor preparación al mundo y a la enseñanza superior. ¿Por qué? Porque al conocer lo que está en boga en estos momentos, puede crearse una imagen de cómo podrían ser las cosas dentro de un tiempo más (no me refiero necesariamente a corto plazo, ya que los cambios no son tan extremos ni impredecibles) y así transmitirle esos conocimientos a sus alumnos, para que ellos no se encuentren con sorpresas que puedan paralizar su desarrollo dentro de la enseñanza superior. En este punto quiero hacer énfasis –con un ejemplo- en el efecto de la educación de una determinada especialidad sobre el desarrollo de una actividad universitaria dentro del mismo campo, en este caso, el efecto de la enseñanza de las Matemáticas para un estudiante de Ingeniería.
Durante el primer semestre de este año y en conversaciones con ex compañeros de curso que ingresaron a estudiar Ingeniería en Universidades e Institutos, pude escuchar de todos, que su gran problema fue Álgebra, unidad que deberíamos haber pasado en profundidad durante la Enseñanza Media, pero que el profesor de Matemáticas nunca explicó del todo. Esto trajo consigo que en los ramos que requerían un conocimiento básico del tema, ellos se vieran entrampados sin poder avanzar y por ende, hayan reprobado dicha asignatura. Claramente, gran parte de la responsabilidad de este malestar que sentían mis ex compañeros, era del profesor, quien ya antes había recibido algunos reclamos aislados sobre lo “añejo” que se encontraba su método de enseñanza, sin embargo, por tratarse de un liceo municipal y a que el docente era ya de avanzada edad (sin ser un anciano), nunca se vio en la obligación –como pedagogo sí tenía la responsabilidad de especializarse, pero como profesional y persona nunca la buscó-, de analizarse y ver en qué estaba fallando.
Con esto quiero decir que el perfeccionamiento de un docente no sólo en teoría, ayuda al perfeccionamiento de un alumno, sino que también en la práctica, ya que de boca de mis ex compañeros, oí decir que ellos tenían camaradas cuyos conocimientos se debían única y exclusivamente a que sus profesores, se modernizaban y buscaban formas de mantenerse vigentes en sus métodos de enseñanza, lo que obviamente le habría ocurrido a ellos, si nuestro profesor, hubiese tenido realmente los deseos de enseñarnos y no sólo hacerlo para así recibir el sueldo a fin de mes. Así, ellos no estarían contando esta historia y los padres de los alumnos que aún tienen al docente en cuestión como profesor de la asignatura, podrían sentirse realmente tranquilos sabiendo que sus hijos están recibiendo una buena educación, en uno de los ramos más complejos que existen dentro de la educación, materia que no se puede aprender con un libro, sino que netamente con la ayuda de un profesor.

2. MÁS PREPARACIÓN = MAYORES DESAFÍOS PARA LOS ALUMNOS
Una mayor preparación por parte del docente, le permite plantearle a sus alumnos mayores desafíos, pues al manejar a cabalidad los contenidos, es capaz de pensar de mejor manera, qué cosas pueden serles útiles y que no, y sin dejar de enseñar ambas, puede lograr que sus alumnos piensen, critiquen con fundamentos y desarrollen una mentalidad en base a problemas reales y les busquen soluciones acordes. Cabe destacar que cualquier profesor, puede plantearle desafíos a sus alumnos, pero la diferencia entre un docente más preparado y uno que sólo se queda con lo aprendido en la Universidad, es que, el primero, no se quedará sin palabras al momento de que sus alumnos le planteen una interrogante, pues esa mayor preparación, se traduce en mayor conocimiento del tema a tratar y esto a su vez, se transforma en una herramienta con la que el alumno pueda contar en caso de que le surjan dificultades. Todas estas cosas, difícilmente un docente sin preparación podría llevarlas a cabo, pues después de todo, ¿cómo puede pretender que sus alumnos desarrollen problemas, si él mismo, no maneja el tema, con sus antecedentes, causas y efectos a cabalidad?

3. MÁS PREPARACIÓN = MÁS EDUCACIÓN DE CALIDAD
Este punto está altamente relacionado con los anteriores, debido a que dentro de una educación de calidad, se encuentra el que un profesor entregue a sus alumnos las herramientas que necesita para su desarrollo y el que sea capaz de proponerles mayores desafíos para que puedan ser capaces de enfrentarlos y buscarles respuestas. Pero además, un profesor bien preparado, es capaz de pararse en una sala, enfrentar el desafío de enseñar y estar seguro de que éste será un éxito, pues tanto esfuerzo y dedicación entregados a la profesión docente, tienen por resultado el que cuente con las armas necesarias para ello. Puede sentirse seguro de que lo que está enseñando les será de mucha utilidad a sus alumnos el día de mañana –porque se dio el trabajo de analizar-, puede dormir tranquilo al saber que sus alumnos supieron todo lo que él debía enseñarles y que si faltase algo por enseñar, puede volver a especializarse, ya que posee la capacidad de saber el momento exacto cuando sus conocimientos no son suficientes. Un profesor que se perfecciona, es capaz de entregar una buena educación, donde sus alumnos, independiente si pertenecen a colegios municipales o particulares, pueden luchar con armas frente a los desafíos de la enseñanza superior; después de todo, la calidad, no sólo está relacionada en cuanta materia puede aprender un alumno, sino que también en cómo pueda desenvolverse frente a la sociedad, aunque claro, cuando se poseen los conocimientos, todo se hace más fácil, pues éstos dan la seguridad de que se está en lo correcto y de que las armas que posee son las válidas.

CONCLUSIÓN

Todo profesor debe tener claro que no basta con lo aprendido en la Universidad, esa es la base con la que uno como estudiante de Pedagogía debe partir. Obvio, pues si yo me quedo sólo con eso ¿cómo puedo darle a mis alumnos una respuesta correcta dentro de 10 años más? Las cosas cambian, la sociedad avanza y cada día aparecen más conocimientos y seguramente, lo que yo estoy aprendiendo ahora, habrá cambiado dentro de 10 años más (no necesariamente será radicalmente distinto). Por eso, es de gran importancia que un profesor busque la renovación, dentro de su asignatura, no sólo que busque adquirir nuevos conocimientos, sino que además que intente otras formas de enseñar, que sea más práctico y no tan teórico, que no se quede “pegado” en lo que le dio resultado hace unos años atrás, sino que vea, cómo evoluciona la sociedad, sobre todo los jóvenes, que si antes podía tenerlos “de cabeza” leyendo un libro sin problemas, ahora, eso es más difícil, pues los estudiantes prefieren cosas más didácticas como ver videos o investigar, ya sea en terreno o por internet. Se debe tener presente que así como se poseen dos meses de vacaciones (cosa que siempre se les saca en cara a los profesores), nada cuesta, tomarse dos semanas para hacer un curso complementario o adquirir nuevo material de apoyo. Después de todo, somos nosotros los profesores y es inconcebible que un alumno sepa más que nosotros o que nos quedemos sin palabras frente a una interrogante que deseen plantearnos. Para eso, es la búsqueda del perfeccionamiento, para que podamos nosotros enseñarles a nuestros alumnos las cosas que ellos deben saber, no para que nos dejen sin palabras ante una inquietud que ellos puedan tener y que nosotros no sepamos cómo responder.

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